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lunes, 18 de noviembre de 2013


FIESTA DE LA PRESENTACIÓN


Es en una antigua y piadosa tradición que encontramos los orígenes de esta fiesta mariana que surge en el escrito apócrifo llamado "Protoevangelio de Santiago". Este relato cuenta que cuando la Virgen María era muy niña sus padres San Joaquín y Santa Ana la llevaron al templo de Jerusalén y allá la dejaron por un tiempo, junto con otro grupo de niñas, para ser instruida muy cuidadosamente respecto a la religión y a todos los deberes para con Dios.

Oración:

Santa Madre María, 
tú que desde temprana edad te consagraste al Altísimo, 
aceptando desde una libertad poseída
el servirle plenamente como templo inmaculado, 
tú que confiando en tus santos padres,
San Joaquín y Santa Ana, 
respondiste con una obediencia amorosa 
al llamado de Dios Padre, 
tú que ya desde ese momento
en el que tus padres te presentaron en el Templo 
percibiste en tu interior el profundo designio de Dios Amor; 
enséñanos Madre Buena a ser valientes seguidores de tu Hijo, 
anunciándolo en cada momento de nuestra vida 
desde una generosa y firme respuesta al Plan de Dios. 

Amén



¿QUE ES ESCUELA SALUDABLE?

Escuela saludable se refiere a la institución donde sus estudiantes logran un armonioso desarrollo biológico, emocional y social, en un ambiente de bienestar institucional y comunal, desarrollando estilos de vida saludables, todo lo cual es compartido con sus familias, maestros, personal y toda la comunidad en general.



En la escuela saludable hay cuatro componentes fundamentales:

Estudiantes que aprenden estilos de vida saludables

Familias y comunidad que participan

Un ambiente seguro y agradable

Actividades de salud y protección
TRASCENDENCIA!!!!!




¿Cómo proteger la privacidad en las redes sociales? Seis claves para ayudar a los adolescentes. 



La protección de la privacidad en general y en las redes sociales en particular debe ser un tema relevante en la formación de los menores que, según los estudios, desde los once años comienzan a coquetear con estos entornos. Para ello, se detallan seis acciones son las líneas a incentivar, las competencias y actitudes que en ellos debemos ser capaces de estimular: 

1.- Conocer y configurar de manera detallada las opciones de privacidad. 

Se trata de un consejo clave pero, en general, mal asumido. Enseñar a configurar las opciones de privacidad es importante pero considero que lo fundamental es ayudar a conocer cómo funcionan y los efectos posibles de una mala configuración así como las limitaciones de estas opciones. Veáse este vídeo de ejemplo.

2.- Identificar las funciones y los efectos de cada acción. 

Es demasiado frecuente equivocarse y ubicar en lugar erróneo alguna información. Ya hace tiempo Facebook realizó cambios en este sentido avisando de forma gráfica sobre en qué lugares, de qué forma, se propagaría un determinado comentario. Además, aunque la acción ocasione el efecto buscado, con frecuencia se desconoce qué otras implicaciones o consecuencias tiene. Se trata de un terreno donde la iniciativa corre por cuenta de la red social. Lo mismo sucede en el proceso de alta, donde conviene señalar que las condiciones planteadas son de especial importancia y afectan a cómo y dónde pueden usarse nuestros datos, por lo que es preciso una detallada lectura. 

3.- Proteger los datos personales. 

Se trata de datos esenciales y su especial relevancia debe ser puesta de manifiesto para dotarles de una especial protección. En esta labor nos amparan las leyes aunque, a pesar del gran camino andado, no siempre son eficientes o aplicables. 

4.- Proteger personalmente los datos. 

Este es un aspecto clave. Los datos (imágenes, informaciones...) aunque en muy diferentes formas, suelen tener origen en uno mismo. Ése es el primer filtro. Parece evidente pero decimos demasiadas cosas de nosotros mismos sin reflexionar sobre su oportunidad en diferentes momentos o contextos. 

5.-Mantener una actitud proactiva en la defensa de los datos propios. 

En las redes sociales son demasiado abundantes los datos que unas personas aportan sobre las demás y es, por desgracia y en especial en la adolescencia, muy común que lo hagan de manera inconsciente, negligente, compulsiva o incluso temeraria. Frente a esto se ha de mantener una actitud proactiva en defensa de la privacidad y ello supone tres acciones: 

- informar a los demás sobre nuestro criterio al respecto. 
- supervisar lo que se publica de nosotros. 
- ejercer, si es preciso, nuestro derecho a eliminarlos. 
El etiquetado en las fotografías es un ejemplo muy ilustrativo. 

6.- Evaluar las actitudes y condiciones de privacidad de los contactos. 

Los contactos, a quienes las redes sociales llaman "amigos", son un factor clave en relación a la propia privacidad. Sin embargo, es sabido que los adolescentes pueden sumar con facilidad varios cientos de amigos que tendrán criterios al respecto desconocidos y dispares. Al margen de su actitud, más o menos considerada, es importante conocer las condiciones en las que usan las redes sociales. Estas condiciones hacen referencia a sus conocimientos y competencias y, en relación con éstas, a sus configuraciones de privacidad. Así, un contacto que pudiera ser considerado y respetuoso puede afectar de manera involuntaria nuestra privacidad con una configuración y/o acción inadecuada. 

En la base de todo esto está la cultura de la privacidad : valorarla y aprender a cuidarla. En este sentido están haciendo una destacable labor las Agencias de Protección de Datos que, más allá de la protección de datos personales realizan campañas de concienciación al respecto. Un recurso online para la sensibilización temprana son "Las aventuras de Reda y Neto" Preservar la privacidad merece realmente la pena porque Internet es un difusor de información muy potente y con mucha, pero que mucha memoria... 

miércoles, 13 de noviembre de 2013


RECOMENDACIONES SOBRE  LA UBICACIÓN DEL ORDENADOR






6 Razones para ubicar el ordenador en un lugar común del hogar:
Supervisar es ver desde la distancia y nos permite adecuar ésta a las necesidades. Que el ordenador esté en un lugar común para poder ejercer la labor de supervisión no significa transgredir la privacidad o intimidad del menor.
Seis razones para ubicar el ordenador en un lugar de fácil supervisión del hogar:

1. Puede ser de gran ayuda en ciertas ocasiones. Sabemos que existen situaciones de riesgo, diversas y cambiantes, y también que no todos los menores y sus familias tienen las competencias para evitarlas y hacerlas frente. Es una realidad en la que esta medida puede resultar providencial, siquiera de forma casual. Admás, aunque un 1% puede ser considerado un nivel bajo de prevalencia para un determinado riesgo, hay que recordar que hablamos de menores y que, además, para ese niño afectado y sus padres, la estadística se convierte en un 100%.

2. La supervisión es una estrategia muy flexible. Supervisar es ver desde la distancia y nos permite adecuar ésta a las necesidades. Que el ordenador esté en un lugar común para poder ejercer la labor de supervisión no significa transgredir la privacidad o intimidad del menor. Tampoco presupone la necesaria aparición de riesgos. Es, en este caso, un simple apoyo para la labor de protección.

3. Se trata de una ayuda no invasiva y no limitante en sí misma. Con frecuencia se compara la extensión de las conversaciones en las redes sociales con las llamadas de teléfono que hacíamos al llegar a casa después de estar con esas mismas amistades. ¿Acaso no podíamos hablar en casa por teléfono en presencia de nuestros padres siempre que no nos escucharan la conversación? ¡Claro que sí! ¿Qué problema hay entonces en usar la Red con ellos delante sin no leen lo que hacemos? Si hay algo que, siendo un niño, no nos atrevemos a hacer en público quizás tampoco es imprescindible que pueda hacerse en privado, al menos desde el hogar.

4. Permite intervenir contra el uso abusivo. Es una preocupación manifiesta y una realidad palpable y creciente que el abuso de la conexión a Internet (redes sociales, videojuegos...) resulta un problema en no pocas familias, afectando en ocasiones al rendimiento escolar y al descanso. La zona común permite verificar estas situaciones y contribuye a controlarlas.

5. Ayuda a la detección de problemas relacionados con Internet. Los estudios manifiestan que, ante un problema en la Red, los menores no piden ayuda en casa. Sin embargo, cuando lo tienen, lo manifiestan externamente como cualquier otro. Ver sus reacciones ante la pantalla e incluso la frecuencia e intensidad de uso de la misma puede ponernos sobre la pista. 

6. Normaliza e integra la vida online de los menores en la vida familiar. Lejos de criminalizar la Red y ponerla bajo sospecha, puede suponer un ejercicio de normalización. Se recomienda encarecidamente que adultos y menores compartan el espacio digital y no constituya éste precisamente un entorno más de disgregación. Empecemos pues por evitar los tabiques. 

Puede resultar incómodo, pero creemos que aporta muchas ventajas sin apenas inconvenientes en una labor tan importante como es contribuir al disfrute pleno y saludable de la Red por parte de la infancia y la adolescencia.